Mitos y realidades del amor conyugal

Foto: María Salas
Foto: María Salas

En esta entrada me sentía con ganas de hablar acerca del amor y de la felicidad conyugal. Alguno/a se preguntará ‘¿con qué autoridad abordará esta chica que vende vestidos un tema tan delicado?’ Pues bien, con la que me da llevar 15 años viendo parejas formarse, deshacerse, traicionarse, renovar sus votos después de 25 años, renovarlos después de 50 años…

No puedo evitar que asome una sonrisa condescendiente en mis labios cuando escucho a las futuras esposas comentar cosas como que, si el novio las ve con el vestido antes de la boda, tendrán mala suerte, o que no quieren usar perlas en la boda porque traen lágrimas.

Foto: María Salas
Foto: María Salas

Como soy una persona muy observadora, he ido recopilando y os voy a contar algunas cosas que he ido aprendiendo a lo largo de este camino por el mundo nupcial:

EN EL AMOR LA SUERTE NO EXISTE

Ni buena, ni mala. El amor es un proceso, una montaña que se escala todos los días, un ser vivo que a diario hay que cuidar. El día que se inicia la convivencia, casados ya o no, lo que se inicia es una construcción enorme que se sustentará sobre dos pilares, el marido y la mujer (o los dos componentes de la pareja, si son del mismo sexo).

Cada vez que uno de los dos pilares falle, estará cargando al otro con todo el peso y la pareja se pondrá a prueba con todo lo que ello conlleva. Y si uno, o los dos pilares fallan mucho, la construcción se derrumbará. No importa cuántos amuletos hayas llevado el día de la boda, ni cuántos rituales pseudo-mágico-supersticiosos hayas seguido. Se derrumbará.

LAS PAREJAS QUE ESTAN MUY UNIDAS ANTES DEL ENLACE SUELEN TENER MEJOR PRONÓSTICO

Casi todas las parejas de novios que he conocido, que vinieron juntos y solos a elegir sus respectivos trajes, siguen juntos y se les ve envidiablemente unidos y cómplices. Del mismo modo que tantas veces como he oído a una novia decir ‘Este estilo a mi novio no le va a gustar, pero me gusta a mí’, he tenido también noticia de matrimonios efímeros y fracasados.

Foto: María Salas
Foto: María Salas

Y es de pura lógica, lo que bien empieza, bien perdura, y si tú tienes tanta confianza en y con tu pareja como para no desear el consejo y el beneplácito de nadie más, yo os vaticino un maravilloso porvenir matrimonial. Sin contar con que nunca ha dejado de parecerme extraño que, en un día tan señalado, nos preocupe más la aprobación de nuestros amigos y familiares que la de la persona con la que vamos a contraer matrimonio.

SI LE QUIERES, NO LE FALLES

Tal como se toman las parejas hoy en día, un hecho tan sencillo como el contraer matrimonio, es frecuente y habitual que uno de los dos (o los dos) se estresen. El estrés antes de una boda tiene una “cara B” y es la de culpar al otro por no estar haciendo su parte. Puede que tu pareja tenga razón o puede que no pero, si os queréis, no convirtáis los preparativos de vuestro enlace en una batalla campal. Sed comprensivos, pacientes y estad ahí para las demandas o desquicies del otro. Es un buen entrenamiento para todo lo que viene después.

LA FÓRMULA DE LOS ABUELITOS ¡FUNCIONA!

Todos hemos escuchado alguna vez, a los típicos abuelitos que aún van de la manita cogidos, decir: ‘El secreto de nuestra felicidad es no irnos nunca enfadados a la cama’. Pues bien, es así, tal cual. Por definición todo lo que se estanca, se pudre. El amor tiene que fluir como el agua y los enfados sin arreglar tardan en apestar lo que un filete al sol. Bloquean y contaminan la energía más sutil y pura que existe, que es el amor.

Procurad que esa energía esté en continuo y libre movimiento en vuestro hogar siempre y si sois de los que se enfadan durante días, intentad cambiar esa actitud, antes de que sea demasiado tarde. Diálogo, diálogo y más diálogo y, ¿al orgullo? Una patada en el c…

Tolerancia, aceptación, respeto, comprensión y perdón. Esos valores que nos han enseñado a no tener ni con nosotros mismos, son la fórmula mágica de un matrimonio feliz. Os recomiendo sustituirlos por el ‘algo nuevo, algo viejo, algo regalado, algo prestado y algo azul’. ¡Veréis que bien funcionan!

 


Autor invitado: María Salas de María Salas Moda Nupcial
María lleva 14 años dedicada profesionalmente a la moda nupcial

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