No es cosa del corazón

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La verdad es que cuando uno escucha hablar de cotilleos los primero que se le viene a la mente es la imagen de dos mujeres ociosas que no tienen nada que hacer y se dedican a comentar la vida y los secretos de cuantos conocen, pero la realidad es que este no es el único lugar en el que las conversaciones algunas veces son todo cotilleos , yen los círculos empresariales se puede observar como muchas veces centran las conversaciones en asuntos que no tienen nada que ver con las finanzas o los negocios, sino que hablan de si fulanito se acaba de divorciar, que si el otro se ha comprado un coche nuevo y asuntos por el estilo, ligeros y que en realidad no le importan a nadie, pero que nos enseña que el ser humano es más bien cotilla por naturaleza y a la mayoría nos gusta de un modo u otro meternos en asuntos ajenos.

Da igual si se trata de hombres y mujeres de negocios, de familiares o de vecinos, es una gran verdad que a todos nos gusta cotillear y enterarnos de la vida de los demás, no importa si se trata de alguien a quien conocemos bien o de una persona que solo hemos visto una vez. Somos unos cotillas.